lunes, 3 de enero de 2011
El laberinto de la felicidad
-¿Sigues buscando la felicidad?
Antes de que ella pudiera contestar, él mismo lanzó la respesta:
-Créeme: no vale la pena que las busques. La felicidad no se busca, se encuentra.
-¿Y dónde se encuentra?- añadió Ariadna.
- En todas las partes y en ninguna, porque la felicidad no es una meta, sino sólo un perfume.
-¿Un perfume?-preguntó ella extrañada.
-Sí, es el perfume que desprende aquello que está bien hecho. Una puesta de sol perfecta, la caricia a un cachorro, la mirada de un ser amado, una canción sublime..., cualquier momento inolvidable. Por eso no la puedes capturar como si fuera una mariposa.
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Me ha parecido una entrada preciosa, y muy cierta. La felicidad no puede durar, pues la búsqueda de ésta es la que le da gusto a la vida. =)
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