...Solo te puedo decir lo que lees....

Y ahora, si te tuviese enfrente, estoy segura de no lo volvería a repetir. Ni siquiera te regalaría una mirada, y aún menos verías el destellos de mis dientes sobre la barra del bar.
Será que la conciencia borra las ganas. O quizás es que la madurez me hacen ver las cosas claras.
Aunque lo de verte es relativo...¿cuánto tiempo que no respiramos el mismo aire?
aiins...la verdad es que te echo de menos...y lo más gracioso es que tu no lo sabes...

Las piedras me enseñaron a volar, el amor me enseñó a mentir y la vida me enseñó a morir...

¿Qué quiero hacer? Esa es una pregunta de deberíamos hacernos cada mañana al mirarnos a espejo. ¿Qué es lo que realmente quiero? No lo que a los demás le agrada.
Quizás sea hora de pasar de todo, de ser egoistas. De empezar a ser libres.Únicos.

Dejemos de quejarnos ya. Cuando no es por trabajo, es por los estudios, por los amigos, la familia...
Siempre tenemos un motivo. Nos quejamos incesantemente pero no actuamos. No cambiamos lo que no nos gusta.
Elegimos lo cómodo. El evitar tomar decisiones. Arriesgar. Ser diferentes.
Sin ir más lejos, ahora mismo me estoy quejando y no hago absoltamente nada...Será que no soy diferente. Será que todos somos iguales.