viernes, 14 de enero de 2011

¿Guardas la risa de entonces y aquél corazón?

Búscame ahora. Prometo que ya no me meteré con tu peinado. Ahora no, ya no. Escríbeme unos de esos mensajes tan tuyos, de esos que te hacen olvidar toda la mierda que te has tragado.Las noches en velas y las esperas desesperadas. Coge el teléfono y marca mi número, venga vamos ..615. No!!!no! mejor no lo hagas. Prefiero que vengas y me sorpredas. Recuerdame que no tienes porque mentirme. Esta vez no te miraré con mirada desafiante y reconsosa. Ya no te refrescaré la memoria con reproches y aceptaré tu oferta de bailar sin música, aun a sabiendas que no sé. Pero tú dame señales, aunque sean de humo... que ya me encargaré yo de intoxicarme.

2 comentarios:

  1. Al fin y al cabo somos amantes del placer del dolor.. al fin y al cabo, por mucho que sepamos que no nos conviene acabamos haciéndolo, porque la mayor parte de las veces somos predecibles.. y no hay algo que duela más que la soledad.

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  2. Que duro resulta darse cuenta de todo tras haberlo perdido, pero más cruel resulta que no quieres perderlo, pq eres de las pocas personas que se dan cuenta de lo que han encontrado, pero se escapa entre las manos, sin poder hacer nada..del todo cruel, del todo inconstante, del todo incoherente..¿para que pedir? ¿para que esperar?...

    Me encantaron estas palabras:.."aceptaré tu oferta de bailar sin música, aun a sabiendas que no sé. Pero tú dame señales, aunque sean de humo... que ya me encargaré yo de intoxicarme"

    Precioso.
    Bsos

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