domingo, 3 de abril de 2011


Sería tan fácil, pero no lo es. Será que soy profesionar en complicarlo todo, en buscarle la quinta pata al gato, no lo sé. Pero cuando todo puede ir bien... no va. Serán mis perjucios, miedos o inseguridades, mis rallamientos como tu los llama, pero no consigo saber lo que quiero. No sé si me gusta que me mires con una sonrisa mientras duermo, que me acaricies la cara o que me mires los ojos cuando tus manos no me alcanzan...

1 comentario:

  1. No sabes cuanto te entiendo, amiga..

    La ley de Murphy me es tan fiel, que siempre la tengo en plena lealtad, mira que me podría fallar alguna vez, pues no, lealtad hasta el final...

    ¿Pero los gatos no tienen una quinta pata?... va a ser que llego tarde, yo buscándola toda la vida con mi pijama a rayas (porque la gente se empeña en usar las mismas expresiones, para que parezca que todos escribimos por y a las mismas personas..como me suena lo de "rayadura"..)

    Cerocero, si hay algo claro en esta entrada es lo que dejas ver, si voy a una gran fiesta, guapa de la muerte, pero con la idea de que voy a hacer el ridículo, lo haré, seguro, así que si vamos predestinadas pensando que no sabremos salir de ese entramado de vías que plasma tu fotografía, no saldremos, más claro el agua...

    Si yo tuviese a alguien que me mirase con una sonrisa mientras duermo, no dudaría en una sola cosa, que si deja de sonreirme será porque le he ocupado los labios en otra cosa... ;) ¿nos lanzamos nosotras?..igual hay que dejar de buscar pies al gato y gritar "hola somos Cerocero y Minuet y queremos..." ;)

    Besazos, sin Murphy y preclaros :-)

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